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6 years ago venadoleonRelato de venado nro 1: "Viaje anti estrés" Salía de la universidad una tarde de verano del 2015 y esperaba el bus junto a muchas otras personas entre conocidos y apenas conocidos. Entre tanta gente se encontraba Lucía, una chica morena no muy alta que tomaba algunas clases conmigo. Ese día hacia mucho calor y todos estábamos algo sudados al momento de subir en el autobús. Me apretaban y empujaban mucho así que opté por escabullirse hasta el fondo del vehículo no sin hacer algún esfuerzo. Cuando llegó hasta allá tomó uno de los asientos y miro a mi alrededor. No era tanta gente la que había ahí pero tampoco habían otros asientos libres. Tuve suerte. Pasan algunas paradas y la gente se moviliza para bajar. En un momento se amontonan en la puerta y una chica que quedó atrapada en medio del caos sale del tumulto y pierde el equilibrio. Es entonces que el autobús arranca de nuevo y esta señorita cae encima mío con violencia. Alcanzamos a sujetarnos para no caernos y ella termina sentada en mi regazo. Disculpándose se levantó muy colorada y se fue a otro asiento recientemente desocupado. El contacto inesperado de sus nalgas y mi entrepierna me estaba excitando un poco y una pequeña carpa se levantaba ahí abajo. Trato de disimular pero como estoy al fondo nadie ve nada y dejo de preocuparme. -Hola- dice una chica y enseguida reconozco a Lucía. Estaba en el mismo bus y no me había dado cuenta. Teniéndola bien cerca también me percaté de su vestido: era azul Francia, ajustado y corto. El diseño sencillo resaltaba las curvas inusuales en su cuerpito menudo y debían admitir que me gustaba ese nuevo panorama. Casi por casualidad se desocupó el asiento a mi lado y ella aprovechó para tomarlo. Charlamos de algunas cosas triviales y el autobús avanzaba a paso de tortuga por el tránsito. La temperatura aumentaba... -Vi como se cayó la otra chica- comentó Lucía. Dije que era algo que solía pasar cuando subía mucha gente. -Y es normal que se te pare después?- me susurró. Tal parece que no había podido esconder mi situación. Eso solo me empeoraba la erección y me limité a responder que eso también era normal. -Quiero que me ayudes con algo...- y con discreción guió mi mano hasta su falda que apenas cubría lo suficiente sus muslos. No sabía qué estaba pasando y ella seguía metiendo mi mano de entre sus piernas. Seguía preguntándome que era todo esto Hasta que mis dedos, las puntas de mis dedos tocaron algo suave y calentito. Moví los dedos y la sentí todavía mejor: estaba depilada y algo mojada . Ella gimió muy quedo y me miró sonriendo con ojos brillantes Ahí abajo no tenía puesto nada de nada. La acaricié otro poco y se mordió los labios. Su mano estaba sobre mi erección por encima del pantalón y tapábamos todos los movimientos con nuestros bolsos. Metí un poco más la mano y mis dedos comenzaron a entrar. Cada vez más mojada, se retorcía un poco en su asiento y cada tanto respiraba agitada o acalorada. A través de la tela de su vestido se levantaron dos bultitos en sus pechos y eso me dejó todo claro: Lucía no llevaba ropa interíor con ella ese día. Seguí masturbandola parte del viaje y cuando menos lo noté me retiró suavemente la mano, se levantó, y me sonrió. -Después seguimos, me bajo acá- me besó la mejilla y se fue. Miré mi mano mojada, mis dedos algo calientes aún y la sensación de su vagina que no desaparecía. Atontado por el calor y la calentura, me pasé dos paradas y caminé bajo el sol pensando en mi amiga Lucía.Reply